Al final la vida es eso: quitar de un sitio para ponerlo en otro. Nadie puede llenar todas las cestas al mismo nivel y encontrarse estupendamente, algún día se van a caer (y va a ser más pronto que tarde).
Creo que el fin último de nuestra vida es este: aprender en el entrenamiento diario a dedicar dónde sí y dónde no, teniendo en cuenta la gente que te rodea y los valores que te definen como persona. No es más que estar agradecido por poder contar con tantas cestas; porque la suma de todas ellas hacen un todo, que no es otro que tú mismo. J me lo recalca cada vez que nos citamos "la suma de las partes de cada uno es mucho más poderosa que el análisis individual de cada elemento". Y yo me quito el sombrero. Chapó.
Esto llega a concluir en que no puedes decir conocer a alguien en su totalidad si solo te ha mostrado / has descubierto una de las cestas que lleva consigo. Faltan piezas en el puzzle para poder entender y completar el total del otro. Por eso realmente creo que a pesar de tener cientos de seguidores en la redes y decenas de contactos en WhatsApp, quienes te conocen entran - y con espacio - en los dedos de tu mano derecha.